Cantantes, poetas,
políticos, vendetas,
policías cíclicos
con sonido a panderetas.
Gente que se va,
que hace las maletas.
Otros se quedan
a contarnos todas sus proezas.
Uno solo.
Un solo mundo:
los que deciden, coinciden
y lo cambian todo en un segundo.
Profesiones sin futuro:
eso auguro.
Y, no, no soy pesimista,
es solo que voy borrando cosas de la lista.
Agua, aire y comida
con trocitos de plástico.
No pasa nada!
Creo que un milímetro es lo máximo.
El sol nos quema las pieles;
me pongo protección cincuenta.
Póntela solo si quieres
arrastrarte a los noventa.
El dinero, cómo no!
dirige y compra el tiempo;
nuestro tiempo es el señor
que maneja tantos cientos.
Habrá cosas de verdad,
pienso y asiento;
se valoran con la edad
en que afloran los sentimientos.
Emociones, tal y cual,
son fugaces como el viento:
unas vienen, otras van,
y es que pierdo hasta el aliento.
Seguir aprendiendo nos toca
aunque no haya resultados.
El camino siempre está
repleto de múltiples lados.
Calendario no, piedad,
ni alarmas, ni relojes!
Un poco de intimidad
es de lo poco que escoges.
Desgobiernos, prisas,
mentiras sin noticias
y muy pocas sonrisas.
Amigos y amigas:
lo mejor del año.
Te ayudan a que sigas
sin recibir tanto daño.
Otro año de ilusiones:
salud, trabajo y dinero.
Son vanas intenciones
en un mundo de grandes proporciones.
Pan hace falta
y el trabajo es salud.
Saludo a quien canta
y no se esconde como un avestruz.
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